Cuidar la naturaleza, bajo la inspiración martiana
“Enseñar a los niños, a la vez que el abecedario de las palabras, el abecedario de la naturaleza”. Quizás este precepto martiano sea el talismán para seguir forjando en las niñas y niños cubanos el amor por el verde de los montes, el olor a tierra, el canto de las aves, el sonido de los ríos, los mares, los océanos, el azul del cielo.