MAESTRO se escribe con mayúsculas
Pizarra de por medio, jugué como la mayoría de los niños, a ser maestra. Pude heredarlo de mi abuela, que guarda cual tesoros las fotos de cada curso con los alumnos a los que sabe de memoria el nombre, aún a décadas de haberlos acunado. Sí, ella fue la primera educadora de mi vida, y lo hizo bien. Pero la docencia fue un sueño pospuesto ante las cuartillas en blanco y el afán de contar historias.