Un corazón tan grande como una montaña
Allí, donde la vida parece ser más agreste y difícil, también es el lugar de ensueño para reencontrarse con la naturaleza y con uno mismo. Dicen que en las montañas se puede tocar casi el cielo, y no es menos cierto, pero cuando ese cielo se nubla y el agua amenaza las elevaciones y los escarpados senderos, ya todo cambia, y no es de ensueño.