Manos resolutivas que no desisten del avance en el ramo hidráulico
Largos periodos de sequía se ensañaron con nuestro país en los años 1961 y 1962. Luego en octubre de 1963 la furia del Ciclón Flora descargó su fuerza sobre la zona oriental. Ante estos embates climatológicos la mayor de las Antillas se mostraba desprovista de una adecuada infraestructura hidráulica y eso debía cambiar. Para el 10 de agosto de 1962 la idea de fundar el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos era un hecho.