La décima es Santiago Almaguer
Por Adyanis Castillo Licea.- La décima es su confidente, a ella Santiago Almaguer Valdés entrega sus días, dibujando con palabras lo que sucede a su alrededor. El don de la improvisación descubierto desde niño tuvo que ser relegado con solo ocho años; una mocha afilada y un morral lo bautizan de campesino, obligado a continuar el oficio familiar. Como un analfabeto más de una Cuba precaria transcurre su vida montaña tras montaña de la Sierra Maestra. En el año 1972 se traslada a Los Negros, pueblo de Contramaestre donde vive actualmente. Allí una vez jubilado, inicia su etapa más prolífera, con una obra que sobrepasa, hoy, las 4 mil décimas. A Santiago Almaguer va esta obra.