El dilema insoluble de la leche de vaca
Cada día hay menos leche, consecuencia del deterioro de la ganadería no favorecida por esta “locura de los precios” en que 10 quintales de pepino proporcionan más dinero que un añojo, como una ruidosa bofetada a los que aplauden la espontaneidad y menosprecian la planificación. Ni cuando más leche se produce bajan los precios del yogurt en la calle, para seguir desmintiendo a los ilusos. En ganadería como en cualquier materia, la sabiduría solo puede validarse con resultados. Y quien no los logra debiera al menos “aprender a escuchar al que más sabe” como pedía Guillén, que es aquel que ni en las peores circunstancias retrocedió.