#Cuba y la armadura de un Titán
Una bala lo atravesó en San Pedro, el 7 de diciembre de 1896, pero no lo detuvo allí: el General Antonio cabalga irreductible por su Isla. Esa "tempestad a caballo" que nuestro Apóstol vio en el Titán de Bronce, más que metáfora justa, hermosa, fue una premonición. El héroe de Duaba, Mantua, Baraguá, Peralejo, azotó viril en Santiago, cuando Fidel exponía las razones para atacar el Moncada, y advirtió que primero se hundiría la Isla en el mar antes de que consintamos ser esclavos. El Jefe de la Revolución invocó "el ejemplo glorioso de nuestros héroes y mártires" y los sintetizó en cinco nombres: Céspedes, Agramonte, Maceo, Gómez y Martí. El periodista José Llamos afirma en el diario Granma que el machete y la armadura de Titán fueron los que levantó Cuba en las praderas de África; su espíritu e ideales extirparon de aquel continente el Apartheid.