Camilo, visto desde mi corazón
A veces me pregunto si no hubiese desaparecido en el mar, cómo sería verlo con el cabello cubierto lleno de canas, la barba ya no tan tupida y un tono más claro; el sombrero, el sombrero de alòn seguro lo acompañaría como la primera vez que se lo puso y se miro en un espejito y le dijo al amigo campesino dueño del sombrero allí en plena Sierra Maestra: A mí me queda mejor que a tí.