Con sus raíces a cuesta
Caibarién ha escrito con arte su patrimonio, ya sea material o inmaterial, desde los primeros albores de su fundación. El propio trazado de las calles ya constituía la imagen diferente, de una cultura que creció y enriqueció la identidad de la ciudad, legado que a pesar del tiempo y deterioro no se borra del orgullo de su pueblo. La música entre las artes ha regalado figuras en cada etapa de la vida cultural de la villa, uno de los cuatro grandes de la Trova en Cuba es hijo de esta tierra, Manuel Corona y era solo el comienzo, la realidad nos muestra imborrables recuerdos de la manifestación al fortalecerse con una historia que ha llegado con jóvenes promesas, ya con triunfos palpables Ese es el caso del talentoso músico Kadil González López, saxofonista, cantante y productor musical, hijo de Caibarién