Un encuentro por la historia
Corría el año 1957 y el naciente Ejército Rebelde sufría no pocos reveces desde el propio Desembarco del yate Granma, por fortuna existía una red clandestina de familias campesinas bien estructuradas al mando de una joven y menuda mujer que derrochaba coraje y grandeza, la cual sería la artífice de no pocas victorias y reencuentros.