Libia, ¡orgullo de ser costurera!
Unos años atrás la hubiésemos encontrado aferrada a la máquina de coser, pero a la altura de sus ocho décadas ya Libia Ortega Ramírez dejó a un lado el arte de la costura. Conversamos en el jardín de su casa, en Media Luna, rodeada de plantas y de recuerdos que mantienen vivo en ella el espíritu de aquella joven de unos 17 años de edad que salió un día de la intrincada zona de Colorado para La Habana y regresó convertida en costurera.