Los brazos de papá
Los buenos padres enamoran. No encuentro ahora mismo otra palabra para ensalzar sus experiencias. Esas que llegan de la mano de quienes aún en los tiempos que corren han asumido el difícil reto de la paternidad.
Los buenos padres enamoran. No encuentro ahora mismo otra palabra para ensalzar sus experiencias. Esas que llegan de la mano de quienes aún en los tiempos que corren han asumido el difícil reto de la paternidad.