Con perro incluido
Cuando Luna parió, y mi pareja y yo decidimos quedarnos con un pequeño de la manada de cinco, no estábamos friamente adoptando un cachorro, estábamos asumiendo la crianza de un ser vivo que formaría parte de nuestra familia; y de paso nos entrenaría con vistas a la maternidad-paternidad, que por nuestra edad nos acecha y nos convoca a intentarlo.