Agricultores urbanos por vocación
“Si el hombre sirve la tierra sirve”, sentenció José Martí. Dos consolareños que viven en la periferia de la ciudad juntaron fuerzas para transformar vertederos espontáneos en tierras utilizadas. Hoy cosechan variedad de alimentos una parte de los cuales son consumidos en círculos infantiles y casas de cuidados de personas de la tercera edad.