El pionero
El corazón de este hombre sencillo tiene sabor dulce. Su disposición y altruismo lo convirtieron en machetero voluntario en la zafra azucarera cuando era casi un niño, con solo 17 años. Desde 1990, el caibarienense Manuel Soliño Guevara, dividió su vida entre los campos de caña y el sector del turismo bajo el apodo de El pionero.