El coronel si tiene quien le escriba
Desde su feliz llegada a nuestros predios, allá por el año dos mil cincotuvo como razón de su encomienda la de jamás dirigir desde un encumbrado pedestal de dirección en una oficina refrigerada
Desde su feliz llegada a nuestros predios, allá por el año dos mil cincotuvo como razón de su encomienda la de jamás dirigir desde un encumbrado pedestal de dirección en una oficina refrigerada