Aprendamos de los Niños
Para la infancia las palabras son siempre pocas. Siempre inadecuadas. Para los niños el lenguaje es innecesario porque ellos saben hablar con la risita, con la mirada, con un gesto. Nuestros pequeños nos vuelven ridículos buscando su sonrisa. Subordinan nuestro tiempo a sus caprichos. Nos enseñan un poco a ver lo bello en las cosas triviales.